Según una nueva investigación, la cantidad de tiempo durante el cual un bebé es amamantado puede tener un impacto en sus puntajes en los exámenes cuando sea adolescente.
El informe, publicado este en la revista Archives of Disease in Childhood, siguió a unos 5.000 niños británicos desde su infancia a principios de la década de 2000 hasta su último año de escuela secundaria, según la autora principal del estudio, la Dra. Reneé Pereyra-Elías, estudiante de doctorado e investigadora de la Unidad Nacional de Epidemiología Perinatal de la Universidad de Oxford.
Los niños se dividieron en grupos según el tiempo que fueron amamantados: nada, algunos meses o durante un año o más, de acuerdo con el estudio. Luego, los investigadores compararon los resultados de los niños en las pruebas del Certificado General de Educación Secundaria del Reino Unido en sus últimos años de escuela secundaria.
Lo que encontró el equipo del estudio fue que hubo una mejora modesta en los puntajes de las pruebas asociadas con ser amamantado por más tiempo, dijo Pereyra-Elías.
En comparación con los que nunca tomaron leche materna, los niños que fueron amamantados durante al menos 12 meses tenían un 39% más de probabilidades de aprobar los exámenes GCSE de matemáticas e inglés y un 25% menos de probabilidades de reprobar el examen de inglés.
Pero eso no significa que todas las familias deban amamantar a su hijo, dijo Pereyra-Elías.
No todas las familias pueden amamantar, y las que no lo hacen no deberían avergonzarse ni sentirse culpables de estar poniendo a sus hijos en desventaja, dijo.
La lactancia materna por cualquier duración está vinculada a una menor presión arterial en los niños pequeños, según un estudio.
El análisis es cuidadoso y especialmente fuerte debido al tamaño de su muestra, dijo Kevin McConway, profesor emérito de estadística aplicada en la Universidad Abierta de Inglaterra.
“Aunque los resultados son ciertamente interesantes, hay que tener en cuenta las limitaciones que surgen inevitablemente en la investigación que utiliza datos de observación de los principales estudios de cohortes”, añadió McConway, quién no participó en la investigación.
El vínculo entre la lactancia materna y los puntajes de los exámenes
El hecho de que el estudio fuera observacional significa que siguió el comportamiento de las personas en lugar de asignar aleatoriamente el comportamiento en cuestión, anotó McConway.
En consecuencia, los resultados solo muestran una correlación entre la lactancia materna y los puntajes de las pruebas, no causalidad. “No es posible estar seguro de qué está causando qué”, dijo.
En el Reino Unido, las madres que tienen una posición socioeconómica más alta tienen más probabilidades de amamantar a sus hijos, y es más probable que a sus hijos les vaya bien en la escuela, dijo McConway.
“Eso no significa que sea la lactancia materna lo que hace que a los niños les vaya bien en la escuela; obviamente, podría ser algún otro aspecto del hecho de que su familia está relativamente bien”, agregó.
Podría ser que algo sobre la lactancia materna haga que los niños tengan más probabilidades de obtener buenos resultados en sus exámenes, pero también podría ser que otro factor independiente influya tanto en las posibilidades de que el niño sea amamantado como en sus pruebas, dijo McConway.
Los investigadores intentaron controlar muchos factores que podrían influir en sus resultados, como la capacidad cognitiva de la madre, pero no pudieron explicar todo en un estudio observacional. “Puede haber algunos factores de confusión. Hicimos lo mejor que pudimos», dijo Pereyra-Elías.
Los beneficios de la lactancia
El estudio mostró los resultados de las pruebas como uno de los muchos posibles beneficios de la lactancia materna, dijo el Dr. Andrew Whitelaw, profesor emérito de medicina neonatal de la Universidad de Bristol, Inglaterra. Whitelaw no participó en la investigación.
La diferencia que mostró este estudio fue modesta, agregó Pereyra-Elías, lo que significa que no hace una diferencia lo suficientemente grande en los puntajes de las pruebas como para preocupar a los padres, dijo Pereyra-Elías.
La moraleja es que se debe alentar a las familias en general a amamantar debido a los múltiples beneficios posibles, pero que aún puede no ser lo mejor para cada familia en particular, dijo.
Y se necesitan más estudios para confirmar los hallazgos, especialmente aquellos que toman en cuenta las variables entre las familias, dijo Pereyra-Elías.
“Aunque estas preguntas han existido durante casi un siglo, todavía no tenemos una respuesta definitiva”, dijo.